Calafates, murtillas y maquis, son algunos de los berries nativos que presentan mayor nivel de antioxidantes, según la doctora en biotecnología, Camila Calfio.
“Descubrimos que el alto contenido en polifenoles del calafate, actuaba como un potente y eficaz vasodilatador y antioxidante celular, lo que previene el riesgo cardiovascular”, acota entusiasta.
Y es que ese compuesto, que resultaría clave en sus hallazgos, ha permitido explorar posibles respuestas no farmacológicas para prevenir enfermedades como la hipertensión arterial, enfermedad crónica que se estima afecta al 27.6 % de la población en Chile.
Oriunda de Temuco, esta joven científica chilena ha recorrido zonas extremas del país para avanzar en sus investigaciones. Fue así como en el 2011 se trasladó a la austral Punta Arenas, precisamente al Instituto Antártico Chileno (INACH) para estudiar la expresión de una proteína en el erizo antártico en respuesta a estrés térmico, en un contexto de cambio climático para su potencial uso como Biomarcador.
RESULTADOS POSITIVOS
De esa experiencia rescata el método científico, como los investigadores pueden generar ideas novedosas que al principio pueden parecer irreales/disruptivas, y luego al pasar los años, reconocer la relevancia de la investigación.
Posteriormente, se fue a Iquique como asistente de investigación. “Debíamos buscar las propiedades beneficiosas de las plantas del altiplano de la región de Tarapacá. Nos íbamos a terreno a buscarlas y luego las estudiábamos en el laboratorio, preparábamos extractos, realizábamos screening en diferentes modelos biológicos y luego las que mostraban resultados positivos, las analizábamos en cuanto a sus componentes y aspectos más farmacológicos. Fue apasionante”, sentencia.
Experiencia que la llevó a profundizar sus conocimientos en el área. “Mi trabajo se basa en hacer biotecnología, desde determinar las propiedades beneficiosas o terapéuticas de una molécula o compuesto en particular, evaluar cómo es el mecanismo de acción en modelos biológicos in vivo o in vitro, hasta su forma de aplicación y desarrollo de un producto en beneficio a las personas”, relata.
Comprometida con esta visión, la doctora Calfio trabaja desde inicios de este año en el Centro Internacional de Biomedicina, ICC, desde donde ha avanzado en la búsqueda de nutracéuticos – elementos presentes en alimentos y plantas- que permitan prevenir y mitigar los efectos de la enfermedad de Alzheimer.
CON VISIÓN
Entre las plantas y alimentos que pueden ayudar en esta enfermedad, destacan los beneficios de compuestos presentes en el Shilajit Andino, Cúrcuma y Romero; así, como también los frutos rojos y uvas, por sus propiedades antioxidantes; cebollas, ajos y jengibre, por su poder antiinflamatorio. Y las manzanas, que, gracias a la Quercetina, enlentecen el proceso de envejecimiento celular.
Fuente: BiobioChile.
“Ha sido un desafío trabajar en este Centro, que está liderado por el doctor Ricardo Maccioni. Él está rankeado en el 1% más alto de los investigadores de Alzheimer en el mundo. Es un honor trabajar con los mejores”, cuenta.
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